Tras recorrer la costa cantábrica desde La Rochelle, la flotilla de veleros de El Camino a vela alcanza hoy el litoral gallego con la emoción intacta y el alma peregrina más viva que nunca. Ribadeo es la primera escala en un recorrido que unirá mar, cultura, tradición y sostenibilidad hasta culminar, el 1 de julio, con la llegada a Santiago a pie desde Padrón.
Procedente de Avilés, donde han soltado amarras esta mañana, los peregrinos por mar surcan ya el litoral gallego, con destino a Ribadeo como su primer puerto de acogida en Galicia.
Galicia abre sus brazos desde el mar a los peregrinos de El Camino a vela
Durante los próximos días, los navegantes recorrerán la costa gallega, haciendo escala en las localidades que han visto pasear por sus calles a más de 2.000 peregrinos por mar en estos diez años de El Camino de Santiago a vela: Ribadeo, Viveiro, Cedeira, Ferrol, A Coruña, Laxe, Muxía, Muros, Boiro, Vilagarcía de Arousa y Padrón (etapa final a pie).
Cada parada será una oportunidad para fortalecer los lazos entre el mar y la tierra, compartiendo la experiencia con las comunidades locales y fomentando la cultura marinera, la sostenibilidad y el espíritu peregrino que define esta singular aventura.
Momentos que dejan huella en cada puerto
El programa en tierra está cargado de vvencias que quedarán grabadas en la memoria de los participantes y anfitriones. En cada puerto se celebrarán actos institucionales, visitas culturales, degustaciones gastronómicas y actividades de sensibilización sobre el medio marino.
Entre las actividades destacan: actos de bienvenida por parte de las autoridades locales en Cedeira, Ferrol, Muros y Vilagarcia de Arousa; las Hogueras de San Juan en Ferrol, la recepción oficial por parte de la Mancomunidad O Salnés en Boiro; y la Traslatio en catamarán remontando el Río Ulla.
De la ría al corazón de Compostela
Como colofón a esta inolvidable edición, el día 1 de julio, los navegantes se calzarán las botas de peregrino para completar la última etapa a pie desde Padrón hasta la Praza del Obradoiro. Será una jornada cargada de simbolismo, donde la unión de mar y tierra alcanzará su máxima expresión al llegar a la Catedral de Santiago tras semanas de esfuerzo, convivencia y emoción compartida.
